Categories
Reseñas de libros

‘El asesino del ajedrez’ y ‘Están haciendo Casablanca’. Reseñas de dos novelas con misterio, investigadores e intriga.

Hola a todos:

Espero que todos estéis bien después de las fiestas, y que las hayáis pasado felizmente. Y que el año 2014 sea bueno para todos (yo no echaré de menos el 2013, eso os lo aseguro).

Por razones inesperadas no he podido hacer lo que tenía planeado las últimas semanas, pero me ha tocado esperar bastante, y yo no voy a ningún sitio sin mi lector electrónico (Kindle, vale), un libro de los de papel, o a veces los dos, así que, he escrito unas cuantas reseñas, y me pareció buena idea compartirlas con vosotros, por si os apetece empezar el año leyendo. Y porque las dos son novelas de dos autoras con mucho carácter, muy originales, y muy independientes, donde la intriga, los personajes, y las situaciones os mantendrán en vilo.

Primero, hace algo de tiempo que me leí la fabulosa novela de Mercedes Gallego, El asesino del ajedrez, pero la vida se puso un pelín complicada y hasta hace poco no pude compartir la reseña. Así que por fin, aquí está:

Reseña. El asesino del ajedrez de Mercedes Gallego. Asesinos en serie, psicópatas, madres y departamentos de policía en transición.

El asesino del ajedrez

El asesino del ajedrez de Mercedes Gallego es un thriller, una novela policíaca, sobre un asesino en serie “el asesino del ajedrez” así llamado porque apuñala a sus víctimas usando un cuchillo afilado por los dos lados (convirtiéndolo en un puñal) con una figura del juego de ajedrez en el mango. Y por otro motivo que no revelaré ya que vale la pena descubrir los detalles del caso al leerla. Los asesinatos tienen lugar en una Barcelona donde la policía autonómica (els Mossos d´Escuadra) están a punto de ponerse a cargo de las labores que hasta entonces eran competencia de la policía nacional. En ese momento de difícil transición, donde el departamento está medio desmantelado, la labor de investigar los asesinatos cae en manos de la inspectora Ramona Cano, de vida familiar algo peculiar (viuda de un policía, con un hijo estudiando en Irlanda y que vive en una habitación alquilada compartiendo casa con una psicóloga argentina que ya no ejerce de tal y un experto en informático que no sale nunca de casa) y con más experiencia teórica (ha estudiado muchos cursos y está muy cualificada pero no ha llevado muchos casos) que práctica.

La novela que resulta es doblemente fascinante. Por un lado, la investigación y el descubrir quién fue, todo desde la perspectiva de la inspectora (con sus ansiedades, sus dudas, y sus irritaciones personales, incluyendo la preocupación por el futuro de su carrera), y por otro, cómo esto encaja en la vida de una mujer que se ve desbordada por la mezcla de acontecimientos laborales y privados. Aunque ella no está a punto de retirarse, su departamento sí (a regañadientes), y la política interna complica la situación, de forma similar a como en muchas novelas policíacas, un detective a punto de retirarse se ve envuelto en el caso de su carrera, que no puede abandonar.

Cuando la inspectora finalmente pide ayuda (a un psicólogo del departamento que resulta muy útil) y el departamento también lo hace (organizando una operación conjunta con els Mossos) las cosas dan un giro que nos lleva  un final que no desmerece en nada el resto de la novela.

Yo soy de Barcelona y eso hace que la novela me interese especialmente, pero no hace falta conocer la ciudad para sentirse intrigado por las pistas y seguir el caso. La autora consigue aunar una novela de misterio y argumento sólido, con personajes psicológicamente complejos y reales, por los que uno no puede dejar de interesarse. Cuando acabé de leer, me quedé con ganas de saber qué les pasará a los personajes. Así que espero con ganas la nueva novela de la autora y la recomiendo encarecidamente a todos.

http://www.amazon.com/dp/B0097U8CKE/

http://www.amazon.es/dp/B0097U8CKE/

 

Y en las últimas semanas me leí Francis Molehorn’s Están haciendo Casablanca, que tampoco tiene desperdicio.

Están haciendo Casablanca de Francis Molehorn. Viajes en el tiempo, resistencia francesa, detectives y metafísica.

Casablanca

¿Nunca habéis pensado que pasaría si de repente despertarais en otra época o os teletransportaran al futuro o al pasado? Supongo que sí. Desde novelas de ciencia-ficción, como ‘La máquina del tiempo’ de H. G. Wells y películas y series de televisión (‘Regreso al futuro’, ‘Life in Mars’, ‘Midnight in Paris’) la idea le ha rondado la cabeza a creadores y soñadores.

La novela de Francis Molehorn no trata de viajes en el tiempo, la menos no sobre el aspecto mecánico y los procedimientos y teoría de estos. Aragón, un detective privado que vive en el París más o menos actual, un buen día sal a la calle y se encuentra transportado al París de la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial, sin saber el papel que juega, el cómo ni el porqué. Después de la confusión inicial descubre que su secretaria, Cora, también existe allí, aunque parece ser muy distinta a la Cora que él recuerda. Aparte de “Dedos”, un criminal experto en abrir cajas fuertes, el resto de personajes con los que se encuentra no le son familiares.

Aragón pasa la mayoría de la novela intentando estar a la altura de sus fantasías (el detective Sam Spade de las novelas de Raymond Chandler [el hecho de que Cora le llame Sam le hace particularmente feliz, al menos al principio], aunque naturalmente, Rick de Casablanca y Bogart también forman parte de su “inspiración”) aunque al final descubre que no es la persona que él creía.

La historia de espionaje, donde los alemanes son malos, depravados y corruptos, algunos franceses son débiles y traidores, y otros sorprendentemente heroicos, altruistas y patrióticos, está bien hilvanada, es detallada y tiene dosis de emoción, suspense y sorpresas que asegura que uno se enganche y siga leyendo.

También hay una historia de amor casi a regañadientes, y otra de amor fraternal que rompe convenciones, pero en el fondo, lo que la hace una novela psicológicamente fascinante, al menos para mí, son los diálogos internos de Aragón, y como intenta adaptarse a una situación ilógica y cambiante. Él se muestra confiado y en control en su papel como agente de la resistencia, pero el lector tiene acceso directo a sus dudas, confusión y a sus sentimientos.

¿Seríamos héroes si de repente nos encontráramos e una situación arriesgada, históricamente comprometida, o en un estado de emergencia? Al situarnos dentro de la cabeza y conciencia de Aragón (y brevemente de Cora) la autora nos da la oportunidad de experimentarlo vicariamente y ponernos en su lugar. No os contaré el final, que podéis interpretar como prefiráis, pero si queréis poneros a prueba, y os gustan las novelas bien escritas, con buenos, malos y ambiguos, y con historias llenas de giros y complexidades, os recomiendo ‘Están haciendo Casablanca’. Y luego ya me contaréis. Yo, por mi parte, seguiré con interés la carrera de la autora.

http://www.amazon.com/dp/B00E7K62NI/

http://www.amazon.es/dp/B00E7K62NI/

Y ya sabéis, si os han gustado, dadle al me gusta, compartid, comentad, y sobre todo, haced CLIC!

 

Categories
Escritura/libros

Planes para 2014. ‘Una vez psiquiatra…’ Muestra gratuita!

Hola a todos:

Este es mi primer post del 2014, y el último de los especiales navideños, y me pareció adecuado hablar un poco de mis planes para el nuevo año. Yo no sé vosotros, pero yo tengo bastantes cambios planeados, de trabajo, vida…En cuanto a la escritura, eso es quizás lo que tengo más claro. Muchos ya sabréis que he estado traduciendo una serie de historias (thrillers psicológicos) con una psiquiatra de protagonista, Mary. En español la he llamado Una vez psiquiatra…, y ya está lista para la publicación (gracias a la ayuda de Alexia Jorques y su equipo editorial, y con una fabulosa portada de Ernesto Valdés). Con un poco de suerte (y he de reconocer que últimamente no he tenido mucha, al menos buena) espero publicarla a finales de enero. Estoy escribiendo una serie de novelas juveniles, estoy revisando algunas historias que escribí hace tiempo, y espero publicar alguna de ellas (dentro de no demasiado), y se me ha ocurrido hace muy poco el germen de una idea para una historia/novela romántica (ya que parece que Click Me Happy! (Feliz al primer clic!) ha sido bien recibida. Como Una vez psiquiatra… es lo primero en mi lista, me pareció buena idea empezar un año con un post sobre ella. Algunos de vosotros quizás hayáis leído la primera historia del libro ‘Carne de cañón’ que he publicado en Wattpad. Os dejo el enlace por si no habéis tenido ocasión de leerla. De hecho, gente que ha leído las otras partes me han comentado que les han gustado más, pero ésta fue como empezó la historia y le tengo cariño.

Enlace a ‘Carne de cañón’ en Wattpad (os advierto que hay 9 partes, por si los despistes): http://www.wattpad.com/28235987-una-vez-psiquiatra-carne-de-ca%C3%B1%C3%B3n

Os dejo también la descripción, la portada, y el principio de la segunda historia ‘Trabajo en equipo’ para que os hagáis una idea de por dónde pueden ir los tiros.

Descripción: ‘Una vez psiquiatra…’ lo tiene todo: personajes intrigantes, estilo novela negra, excitante acción, situaciones peligrosas, crimen, asesinos en serie, religión, secretos de familia, revelaciones psicológicas, enfermedades mentales, trauma, debates sobre prejuicios y moralidad, juicios contestados, investigaciones policiales, corrupción, y misterio. Si os gustan: ‘Miénteme’, ‘Mentes Criminales’ y ‘El silencio de los corderos’ y no os asusta adentraros en los abismos oscuros de la mente, atreveos a seguid leyendo.

‘Una vez psiquiatra…’ es una colección de tres historias protagonizadas por Mary, una psiquiatra y escritora. Ella está empeñada en dedicarse totalmente a su carrera literaria pero las circunstancias y sus amigos parecen conspirar para arrastrarla de nuevo al mundo de la psiquiatría. Publicada anteriormente como una serie de tres novelas cortas independientes en inglés, esta es su primera publicación en español, y este volumen presenta las tres historias y un epílogo que completa la previa narración y a la vez abre la puerta a nuevas aventuras para Mary y sus amigos.

En ‘Carne de cañón’, Phil, un abogado que es muy buen amigo de Mary le pide que le prepare un informe sobre uno de sus clientes, un hombre Afro-Americano llamado Caín White. Caín es muy devoto y le han acusado de incitar un motín durante un sermón religioso. Aunque sus acciones no han sido jamás violentas, a alguna gente le parece que el contenido de sus discursos es inflamatorio y perturbador. Dice que oye la voz de Dios. Y por si no bastara con eso insiste en que Dios es negro y su mensaje parece ser de Nacionalismo Negro. ¿Es Caín un loco, está alucinando, víctima de una mente calenturienta, a la búsqueda de la atención mediática, o es un Santo? Para intentar responder a estas cuestiones Mary habla con su familia y amigos. Aunque concluye que Caín está cuerdo, la investigación de Mary destapa revelaciones muy dañinas sobre su vida familiar, sus creencias y las actitudes de la gente del lugar. Quién es santo y quién es pecador está abierto al debate. Cuanto más se mezcla Mary en las vidas de Caín y de sus allegados más se da cuenta de cómo de peligrosos pueden llegar a ser los secretos. Como bombas de relojería a punto de estallar en cualquier momento.

Trabajo en equipo’. El Capitán Tom McLeod, del departamento de la policía de San Francisco, invita a Mary a cenar a su casa con su esposa. Cuando conoce al otro invitado, un joven detective, Justin, ella se da cuenta rápidamente de que esto es algo más que una comida de amigos. El compañero, mentor, y poco menos que padre de Justin, el Sargento David Leaman, fue asesinado hacía un par de meses durante una investigación rutinaria. Justin fue testigo de lo ocurrido pero insiste en volver al trabajo inmediatamente y se niega a ir hacer terapia. Tom y otros en el departamento están preocupados por su salud mental pero no han conseguido convencerle para que acepte ayuda profesional. Mary y Justin se resisten a cooperar con la informal consulta/trampa organizada por sorpresa, pero después de discutirlo deciden intentarlo. Al principio parece ser un caso de duelo sin resolver, pero las cosas no están tan claras como parecen y Mary acaba envuelta personalmente en el caso, lo que amenaza su objetividad profesional. ¿Quién es el verdadero experto en temas del alma y del corazón?

En ‘Memoria’ Mary huye de su apartamento después de un difícil encuentro con su amigo Phil, y desaparece. Cuando la encuentran descubren que la han golpeado en la cabeza, raptado y violado. Debido a su traumatismo craneal, al principio no se acuerda de lo que pasó ni de muchos otros detalles de su vida. Ella jamás recupera la memoria del asalto y le resulta muy difícil aceptar algo que ni siquiera puede recordar. Sus relaciones y toda su vida se ven trastornadas por el traumático incidente. Las pistan indican hacia un asesino en serie, que en el caso de Mary no pudo terminar su trabajo. Pero algunas cosas no acaban de encajar. ¿Quién perturbó al asesino? ¿Por qué la dejó allí tirada y aún viva? El crimen y su investigación impactan profundamente a Mary que decide que necesita reconsiderar su vida y empezar de nuevo.

El epílogo nos muestra a Mary durante el juicio de su raptor y vemos cómo ha cambiado su vida. ¿Conseguirá por fin dejar la psiquiatra, o una vez psiquiatra, siempre psiquiatra?

Aunque estas historias son ficticias, la autora, una psiquiatra forense, aporta su experiencia y conocimientos al material, diferenciándolo de las típicas novelas de crimen. Olga está pensando en escribir más historias en la misma serie. Si os parece una buena idea, decídselo. Enlaces y formas de contactarla están disponibles al final del libro.

Portada:  

Portada de mi futuro libro
Portada de mi futuro libro

 Fragmento (inicio) de ‘Trabajo en equipo’:

Es verdad lo que dicen. ‘No hay nada gratis.’ Debería haberlo sabido. Mary se había preguntado por qué el Capitán Tom McLeod la había invitado a cenar a su casa. Él era amigo de Phil y ella le había conocido cuando Phil estaba dándole consejo legal a uno de los hombres del capitán con respecto a una queja de brutalidad policial. Él también la había ayudado a informarse sobre el trabajo de los perfiladores psicológicos para uno de sus libros. Le debía una. Cuando la había invitado a ir a una cena familiar no pudo decirle que no. Ahora, esperando en la puerta, con un ramo de flores para su esposa Maureen, y una botella de vino español, Mary se preguntó cómo había sabido que ella estaba en la ciudad, y por qué se había molestado en buscarla. ¿Solo para invitarla a cenar? Parecía mucho esfuerzo. Quizás solo era su mente desconfiada…

—Hola Mary. Encantado de verte después de tanto tiempo.

Tom McLeod estaba tan elegante como siempre. No era la típica imagen del policía con la colilla en la boca y la camisa arrugada. Aunque ya tenía la cincuentena y el pelo le griseaba, siempre vestía con trajes oscuros y elegantes, iba bien afeitado, y con zapatos relucientes. Pero, ¿incluso en casa?

—Hola Tom. Éstas son para tu mujer. Y esto… para ti —le dijo, dándole las flores y el vino.

—Gracias. Una elección excelente.

Mary sonrió, aunque no estaba demasiado convencida de la sinceridad de su comentario. Le había pedido consejo al vendedor cuando le tocó escoger vino ya que no entendía naba sobre ello y casi nunca bebía.

—¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Estaba hablando con Phil y me dijo que ibas a venir a San Francisco. Algo que ver con información para un libro. No me contó demasiado.

Vértigo de Hitchcock. Los escenarios, los edificios, el antiguo San Francisco, el colonialismo español… quizás. Depende de lo que consiga encontrar.

—Suena interesante. Maureen está en la cocina dando los toques finales a la comida.

Un hombre joven, rubio ceniza, ojos azules y cara de niño se levantó del sofá cuando entraron en la sala.

—Ah, éste es Justin Kelly, uno de los detectives de mi departamento. La doctora Mary Miller. Amiga de la familia.

—Mary, por favor —dijo ella tendiéndole la mano. Él se la dio mirándola con preocupación.

Mary fue a decirle hola a Maureen y a cotillear con ella dejando solos a los dos hombres. Maureen era una de las pocas mujeres que Mary conocía que parecía haber nacido para ser ama de casa, madre y que además, lo disfrutaba de verdad. Después de hablar un poco sobre los dos hijos de los McLeods, Tony y Patrick, Mary decidió empezar sus pesquisas.

—¿Y entonces quién es ese Justin? —preguntó Mary.

—Oh, pobre chico. Lo está pasando muy mal. Tiene un pasado muy traumático. Uno de los hombres de Tom, el Sargento David Leaman… ¿Le conociste? le tomó bajo su protección y le trató como a un hijo. Hizo un muy buen trabajo con él. Recientemente, hace unos dos meses, estaban trabajando juntos en un caso y… mataron al Sargento Leaman. Tom está muy preocupado por Justin, que parece haber reaccionado de una forma muy extraña a la situación. Insiste en que solo quiere volver al trabajo, ni quiere hablar con nadie ni quiere hacer terapia.

Así que de eso iba. Una consulta informal. Eso era lo que quería Tom. De acuerdo, pero al menos se lo podría haber dicho antes. Por más que quisiera dejar su carrera de psiquiatra a un lado y dedicarse a su otra carrera, nunca funcionaba. La psiquiatría siempre la arrastraba de vuelta como un imán.

—¿Está casi listo? —preguntó Tom desde la sala.

—Sí. ¡Listo!

La cena fue algo extraña. Era evidente que Justin no era un visitante asiduo de la casa y no sabía qué decir. Y tampoco parecía ser muy hablador. Estaba sentado frente a Mary y le preguntó:

—¿Doctora en qué?

—Literatura y cine, ¿no? —contestó Tom por ella. Cuando Tom se distrajo con la conversación de su mujer ella añadió:

—También estudié Medicina. Y Psiquiatría. Aún llevo algún caso de vez en cuando.

Había dado en el blanco. Su expresión cambió y se quedó aún más callado. Poco después de eso dijo que tenía que hacer una llamada. No tardó mucho y cuando volvió siguió tan callado como antes. Justin y ella se disculparon y se marcharon juntos temprano. Una vez en la calle cuando él abrió la boca para despedirse, Mary dijo:

—Escúchame, no sabía nada de esto. Le pregunté a Maureen en la cocina y me contó lo que le había pasado al Sargento Leaman. Lo siento mucho. Pero Tom no me había dicho nada. Ahora me doy cuenta de por qué me invitaron, y debo añadir que me pareció raro desde un principio, pero siempre me han ayudado y han sido muy amables conmigo así que no podía decir que no sin motivos. Solo quería que supieras que no vine aquí con la intención de analizarte o nada por el estilo. Buenas noches. Y buena suerte.

Cuando ella se dio la vuelta para irse él le preguntó:

—¿Podemos… hablar? ¿En privado? ¿Confidencialmente?

—Si tú crees que te puede servir de algo…

—Oh, no lo sé. No hablo mucho. David era una de las pocas personas con las que he hablado… Y también con su esposa Lea, pero menos… Está demasiado apesadumbrada ahora mismo para molestarla contándole cómo me siento.

—Vayamos a alguna parte. ¿Conoces algún sitio por aquí?

—Hay una cafetería y lugar de comidas rápidas no muy lejos de aquí que está abierto toda la noche. Nunca hay muchos clientes.

Tenía razón. Había un par de personas comiendo, pero por lo demás el lugar estaba completamente muerto. Mary pidió un chocolate a la taza y él helado y un café. Él comió una cucharada del helado y lo apartó a un lado.

—¿No tienes apetito? No comiste mucho tampoco en casa de los McLeod.

—No. No me apetece comer.

—¿Has perdido peso?

—Probablemente. La ropa parece que me viene grande — él se quedó callado. Mary siguió preguntando.

—¿Duermes bien?

—De hecho no… Me quedo dormido rápidamente, pero luego… Me despierto en mitad de la noche. Tengo unas pesadillas terribles…Veo como le disparan en la cabeza a David una y otra vez…

—¿Lo viste todo? Sabía que estabas allí pero no me di cuenta.

—Sí, estaba allí. Cuando cierro los ojos no puedo dejar de verle cayendo contra el suelo. Sí, ya lo sé, stress post-traumático y todos esos rollos. No me importa lo que le llames, no voy a dejar que me venza. No después de todo lo que he pasado. Mi padre me pegaba palizas, bueno, en realidad me torturaba… Envió a mi madre al hospital una vez detrás de otra hasta que una vez… la golpeó, ella se dio con la cabeza contra la barandilla y murió. Yo le empujé por las escaleras abajo. Estaba borracho… No murió, pero quedó en coma, como un vegetal. Finalmente murió hace un par de años pero la verdad es que no me importó nada. Fue un alivio. Yo tenía catorce años cuando pasó todo. Y entonces me enviaron a un orfanato, y me lie con las drogas, la bebida, y… otras cosa. David me pilló durante un robo. Yo tenía dieciséis años, y no sé por qué, pero le di pena. Lea dice que probablemente le recordé al hijo que perdió de niño. Fuera por lo que fuera, se interesó por mí, me llevó a su casa y… ¡No puede estar muerto! —Justin se echó a llorar y Mary se quedó callada, y le ofreció un pañuelo al cabo de unos minutos.

—Hacía mucho que no lloraba. Me hace sentir estúpido y…

—¿Vulnerable?… Somos todos seres humanos y tenemos sentimientos y nos pueden herir. Y nos duele. Está permitido, ¿sabes?

—No. A mí no. Si dejo que todo salga afuera… Es como una lata llena de aire a alta presión. Si no tengo cuidado, explotará. Mary. ¿Puedo llamarte Mary?

—Por supuesto.

—Es la única forma en que puedo seguir adelante con mi vida es intentando olvidar lo que me pasó antes. Dave me solía decir que yo no podía controlar lo que me hizo el bastardo de mi padre, y que él había recibido su castigo, y más me valía concentrarme en el resto de mi vida y en mi futuro, porque sobre eso sí que tenía control y podía decidir lo que quería hacer. Yo lo podía cambiar, podía convertirme en lo que quisiera si lo intentaba con suficiente tenacidad.

—Por supuesto que tenía razón. Pero no es siempre fácil. A veces necesitamos ayuda, no somos lo suficientemente fuertes. Necesitamos comprender cómo nos sentimos para seguir adelante. No podemos bloquearlo todo.

—Lo estoy intentando. Lo estoy intentando con tanto empeño como puedo. Dave era… Iba a decir que era como mi padre, pero dadas las circunstancias eso sería un insulto. Era como mi padre hubiera sido si me hubieran dado a escoger…Me aceptó cuando yo estaba tocando fondo, me ayudó con toda la mierda de desengancharme de las drogas y el alcohol, me enseñó a comportarme de forma civilizada en compañía decente y consiguió convencer al departamento de policía de que yo me merecía una oportunidad… con mi pasado… Oh, no sé por qué te estoy contando todo este rollo.

—No te preocupes.

—Yo no hablo mucho. No es mi estilo. Incluso con Dave. Hacíamos cosas, me daba consejos, pero no era tampoco un tipo de estos afectuosos, todo abrazos y gestos. Siempre me enseñó a poner al mal tiempo buena cara, a no quejarme y seguir trabajando.

—Debía ser un hombre muy fuerte.

—Sí. No hace mucho, Lea me dijo que había perdido a un hijo. De su primer matrimonio. Su hijo se ahogó en un accidente cuando tenía seis años, y su mujer murió en un accidente de tráfico el año siguiente. Nunca le contó nada más sobre ellos, o habló de sus sentimientos. Y nunca me habló de ellos. Tenía una foto de su hijo en el dormitorio, pero nunca me atreví a preguntarle.

—Era su forma de sobreponerse a ello. Pero no todo el mundo es igual, Justin, y no es un signo de debilidad hablar de nuestros sentimientos. Está bien si ayuda.

—Llevo tiempo intentando volver a trabajar. Me dieron unos días libres, luego me dieron de baja por razones familiares y ahora no quieren que vuelva todavía. Insisten en que tendría que ir a terapia para superar su muerte, pero me he negado. Sé que el Capitán McLeod quería que yo tuviera un asesoramiento psicológico de cómo estoy antes de volver al trabajo. Supongo que debe ser por si acaso me convierto en un maníaco homicida y disparo a todos los que vea, o algo así.

—Como te dije antes, no me dijo nada, así que no sé qué puede preocuparles, aunque Maureen me dijo que les parecía que tú habías reaccionado de forma extraña a su muerte, sin decir nada, ni expresar tus sentimientos.

—¿Qué quieren que haga? ¿Echarme a llorar? No lo haré. ¿Por qué tengo que expresar mis sentimientos a su manera? ¿Y para qué necesito terapia? ¿Va a devolverle la vida a Dave?

—Por supuesto que no. Pero podría ayudarte a aceptarlo…

—Lo único que podría ayudarme a aceptarlo sería atrapar al jodido cerdo que le hizo eso y matarlo —los ojos de Justin relucían, le temblaban los labios, las venas de su cuello estaban hinchadas, y su respiración se había vuelto muy superficial.

—Justin… Eres policía. No puedes tomarte la justicia por tu mano.

—¿Y quién va a detenerme? ¿Quién? Este odio es la única cosa que me hace levantarme por las mañanas, y lo último en lo que pienso cuando me voy a la cama.

—La venganza y el odio son emociones muy destructivas. Has aprendido a controlar tu comportamiento y tu ira, no dejes que lo estropeen todo y te hagan perder el control.

Mary se preguntó si su consejo era muy adecuado. El joven, evidentemente, no solo estaba sufriendo el duelo por su amigo, también estaba deprimido y quizá su odio e ira eran las únicas cosas que le daban algo por lo que vivir. La única persona en la que confiaba había muerto. Debía ser como volver a quedarse huérfano.

—Quizá tengas razón. Sé que Dave no habría estado de acuerdo con lo que estoy diciendo, pero me vuelve loco. No paro de fantasear sobre ello. Pienso una y otra vez en matarle. No pegándole un tiro, sino matándole con mis propias manos. Quiero ver como se le escapa la vida gota a gota a ese desgraciado… Perdona, no debería hablar así.

—Hablar sobre eso no es ningún problema. Si dado el momento lo hicieras… eso sí que sería un problema.

Justin la miró a los ojos y luego retiró la mirada y la fijó en el suelo.

—Lo sé, lo sé. Ahora hablarás con el Capitán McLeod y no tendré la más mínima oportunidad de volver hasta que vaya a terapia. Es culpa mía. Debería haberme callado.

—Justin,  el Capitán McLeod no me pidió que te evaluara. Al menos aún no. Y si lo hiciera yo solo podría hablar con él de lo que tú me dieras permiso. Habría asuntos de confidencialidad. Yo nunca accedería a hacer nada si tú no estuvieras de acuerdo. Aunque, si me pides mi opinión, creo que necesitas ventilar tus sentimientos y no dejar que te destruyan. Lo que sientes es perfectamente razonable y normal. Pero si no te permites sentirlo podría convertirse en un problema.

—¿Y con quién podría hablar sobre ello?

—Quizás lo de la terapia no sea tan mala idea.

—Oh no, no puedo hablar con uno de los consejeros de la policía. No me fío de ellos. Y no tienen ni idea de lo que hablan. Pero contigo… sí que hablaría. Es fácil hablar contigo.

Perdonad que quedara algo largo, pero quería que os hicieráis un poco de idea. Gracias por leer, y si os ha gustado, dadle al like, comentad, compartid, haced clic…Y ¡Feliz Año 2014!

Categories
Historias de familia

Historias de familia. Josep y Conrado Miret Musté, Mauthausen y la resistencia francesa.

Como sabéis, mi primo Juan Molet está embarcado en la tarea de recoger información sobre unos familiares nuestros, Josep y Conrado Miret Musté, que se exiliaron a Francia durante la Guerra Civil y acabaron luchando con la resistencia francesa. He compartido en ocasiones anteriores algunos de los documentos que me ha hecho llegar. Hace poco me envió el documento de la charla que da en la escuelas sobre el tema, y particularmente sobre la vida en Mauthausen (donde estuvo internado nuestro tío-abuelo Josep Miret Musté), y me pareció apropiado compartirlo con vosotros. Espero que lo encontréis informativo e interesante. Hay ciertas cosas que no se deben olvidar.

 

Aquí os dejo a mi primo Juan y su charla:

 

Xerrada Ies Les Termes 12 11 2013 007

 

 

 

Mi nombre es Juan Molet Vila, soy miembro de Amical de Mauthausen y de Amicale des Anciens Guerrilleros Espagnols en France (FFI), mis tíos abuelos fueron Josep Miret Musté  y  Conrado Miret Musté,  el primero fallecido en Florisdorff, comando de Mauthausen el  17 de Noviembre de 1944, por un disparo del SS Hans Bühner,  y el segundo en París el el 27 de Febrero de 1942.

Mauthausen-Gusen concentration camp
Mauthausen-Gusen concentration camp (Photo credit: Wikipedia)

En primer lugar os voy a hablar del campo de Mauthausen. El  8 de Agosto de 1938 llegaron los primeros prisioneros,  procedentes  del  campo de Dachau. El lugar fue escogido por la cercana cantera de granito;  en primer lugar los prisioneros trabajaron en la construcción del campo y posteriormente extrayendo piedra de la cantera,  al igual que el cercano campo de Gusen en el año 1940. Hasta finales de 1943 Mauthausen era un campo adonde eran llevados opositores políticos e ideológicos,  las condiciones de los detenidos eran extremas y era un campo donde había una alta tasa de mortalidad.

 

A partir de 1943 los prisioneros también son utilizados como mano de obra en la industria de armamento y el número de presos aumenta.  A finales de 1943 en el complejo Mauthausen-Gusen había unos 14000 presos y en Marzo de 1945 había unos 84000, a  partir de la segunda mitad de 1944 empiezan a llegar a Mauthausen  presos de otros campos ante el avance de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial,  esto llevó a una superpoblación del campo y las condiciones de vida fueron mucho mas duras.

 

En el complejo hubo presos españoles, austriacos, alemanes,  franceses, italianos,  polacos, soviéticos, húngaros, judíos… en total  hubo presos de unas  20 nacionalidades. Entre la apertura del campo y la liberación por el ejército de EEUU  se calcula que por el campo pasaron unos 200.000 deportados.

Estelades a Mauthausen
Estelades a Mauthausen (Photo credit: Wikipedia)

Cabe resaltar que en un principio Mauthausen no era  un campo de exterminio,  era un campo de trabajo  y la mayoría de los presos morían por esa  causa,  pues no se les alimentaba correctamente para el trabajo que realizaban y las condiciones sanitarias eran escasas o nulas. El oficio  del preso era el motivo principal que determinaba sus posibilidades de supervivencia.

 

Para acabar de hablar sobre el  campo os diré que los presos morían golpeados,  a balazos,  mediante inyecciones, por congelación, mediante la cámara de gas, pero la mayoría murió como consecuencia de la explotación de su fuerza de trabajo. En el complejo Mauthausen-Gusen murieron unos 100.000 presos,  la mayoría de ellos en los cuatro meses anteriores a su liberación, el día 5 de Mayo de 1945.

English: Survivors of the Mauthausen-Gusen con...
English: Survivors of the Mauthausen-Gusen concentration camp shortly after their liberation. Deutsch: Überlebende des Konzentrationslagers Mauthausen-Gusen kurz nach ihrer Befreiung. (Photo credit: Wikipedia)

El régimen nazi deportó a unos 15.000 republicanos españoles,  de los cuales  7.200 fueron a parar a Mauthausen,  4.800 murieron y 2.400 pudieron sobrevivir.

 

Portrait à tirer MIRET

 

Conrado MiretMusté  nace en Barcelona el 15 de Abril de 1906 y muere en Paris el 27 de Febrero de 1942, en la prisión de la Santé,   fue miembro del  Ejército Popular de la República, con el grado de Comandante en 1938,  tras la victoria del General Franco se exilia en Francia, donde es el primer Jefe de los grupos armados de la M.O.I. (Mano de obra inmigrada), combate activamente a los alemanes en Paris y es arrestado una primera vez en 1940, pero logra evadirse,  arrestado nuevamente en París  el 12 de Febrero de 1942, muere después de dos semanas de interrogatorios. Fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Bagneux (sur de Paris),  dicha fosa común fue destruida con posterioridad al fin de la segunda guerra mundial y en la actualidad se desconoce su paradero.  Recientemente se ha encontrado en Francia documentos que certifican su fallecimiento, habiendo sido nombrado  Muerto por Francia y homenajeado en Paris el 25 de Agosto de 2013.

 

Josep Miret Muste 1939

 

Josep MiretMusté nace en Barcelona el 14 de Setiembre de 1907, estudia en l´Escola del Treball,  donde se gradúa a los 18 años, aquí se forja su ideal progresista que se concreta en la lucha activa contra la Dictadura de Primo de Rivera. Durante la Segunda República ingresa en la Unió Socialista de Catalunya,  pasando a dirigir las Juventudes de dicho partido. El 23 de Julio de 1936 dicho partido  fue uno de los cuatro que fundó el P.S.U.C.  Fue Consejero de Proveiments (Aprovisionamientos) de Guerra de la Generalitat en 1937, pero dejó el cargo para marchar al frente, como   Comisario Delegado de Guerra en la Tercera División,  participando en las batallas de Belchite, Mediana, Huesca y del Ebro.

 

Al finalizar la guerra sale al exilio con su esposa Cecilia. Durante el viaje nace su hijo Josep. Está  prisionero en campos franceses hasta que puede llegar a Paris, allí con su hermano Conrado entra en la Resistencia Francesa y ambos participan en actos de sabotaje contra la ocupación alemana, en este momento su esposa Cecilia y su hijo regresan a Barcelona pues ella no desea vivir otra guerra.

 

Es detenido en Paris el 30 de  Noviembre de 1942,  en casa de su compañera de la Resistencia Francesa, Lily Brumerhurst,  es trasladado a Mauthausen, donde se incorpora a la organización clandestina del P.S.U.C. En el campo sabe que Lily está embarazada y que la hija, a la que nunca conocerá, se encuentra bien, actualmente esta hija reside en Australia.

 

En el campo Josep y el resto de camaradas hacen un trabajo activo de ayuda a los presos, toma de fotografías, sabotajes e intentos de fuga.

 

Es herido  en un bombardeo en Florisdorf, fábrica de armamento donde trabajaba,  y rematado por el SS Hans Bühner.

 

Cabe decir que Josep y Conrado Miret Musté han empezado a recibir reconocimiento por las autoridades de la República francesa, a petición de la antes citada Amicale de  Guerrilleros Españoles en Francia. No se puede decir lo mismo en Catalunya y en  España donde son dos personajes desconocidos, solamente Josep MiretMusté ha recibido el reconocimiento de la ciudad de Barcelona, donde tiene una calle, a petición de Amical de Mauthausen.

 

Es,  por supuesto un honor para mí ser familiar suyo, y aportar mi pequeño grano de arena tanto en  Catalunya, España y Francia para el recuerdo y reconocimiento de estos dos familiares, así como de todos los que participaron en la Guerra de España,  tuvieron que exiliarse,  participaron en la Segunda Guerra Mundial  y después sufrieron el olvido por parte de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Solo Francia los acogió, aunque muchos de ellos acabaron encerrados en 1939 en campos de concentración, otros fueron perseguidos y tras la Segunda Guerra Mundial (años 1944-45) las autoridades francesas del momento abandonaron por completo el combate republicano, y  por supuesto,  sufrieron el olvido y desprecio de las autoridades franquistas gobernantes en España.

 

Para acabar  os quiero decir que si alguien está interesado en profundizar en este tema que  lo haga saber,  bien al acabar este acto o a través de vuestro Instituto y le puedo facilitar información más amplia sobre el tema, muchas gracias.

 

 

Mathausenesp
Mathausenesp (Photo credit: Wikipedia)

Yo seguiré compartiendo la información que me envía Juan, y si queréis poneros en contacto con él, también os lo puedo facilitar.

 

Gracias a Juan por compartir su charla con nosotros, y gracias a todos vosotros por leer, y si os ha interesado, no os olvidéis de compartir, darle al me gusta, y comentar.

 

A partir de la semana que viene, como llegan la Navidad, os traeré una selección de post de clásicos y otras cosas varias…Y ya en Enero volveremos a empezar con novedades (y noticias!)